La pandemia COVID-19 ha generado múltiples crisis en los sistemas sanitarios, económicos y sociales en los EE. UU. y en todo el mundo.
Las organizaciones progresistas y radicales deben surgir para enfrentar los desafíos inmediatos de estas crisis, al mismo tiempo que trabajan para reemplazar los sistemas fallidos que las originaron. Debemos practicar la solidaridad ayudando a las comunidades afectadas y organizando científicos y recursos científicos en estos esfuerzos. Exigimos rendición de cuentas por los efectos de estas crisis por parte de las instituciones gubernamentales, financieras y sociales. Debemos apoyar a las instituciones que realizan, apoyan y aplican la investigación científica relacionada con la pandemia.
La pandemia está causando un gran daño no solo debido en cuanto a los efectos directos del COVID-19 en la salud, sino también a través de la devastación económica que afecta los medios de vida, la vivienda, el transporte, la atención médica, la educación, el acceso a la nutrición y todos los sistemas necesarios para nuestra salud y bienestar. El distanciamiento físico y la ansiedad con respecto a la pandemia tendrán un impacto negativo en la salud mental y las relaciones sociales, con un impacto aún mayor en los trabajadores despedidos en medio del colapso financiero. Mientras tanto, la ausencia de recursos adecuados para la atención médica, combinada con el enfoque en la protección del sector financiero, deja al descubierto las prioridades del sistema capitalista.
Las personas de bajos ingresos y poblaciones marginadas, a menudo con problemas de salud y denegación de atención médica adecuada mucho antes de la pandemia, son las más afectadas. Los actuales planes de asistencia del gobierno propuestos durante esta crisis han sido lamentablemente inadecuados y excluyen a grandes sectores de la población: los desempleados, las personas sin hogar, los discapacitados, las personas encarceladas y la gran mayoría de las personas sin riqueza y con mucha deuda, que entre las que se encuentra una gran proporción de personas de color. Exigimos que sus necesidades se pongan primero en los programas de asistencia pública que se ocupan de la pandemia.
Es crucial que desarrollemos y amplifiquemos el conocimiento científico en medio de esta pandemia a través de investigación transparente y desarrollo tecnológico responsables. Desarrollar conocimiento sobre el virus y la enfermedad, incluidos los recursos disponibles públicamente para genómica, epidemiología, control de infecciones y desarrollo de vacunas mejorará la contención y el tratamiento médico. Centrar en las poblaciones vulnerables en nuestras prioridades ayudará a protegerlas y a construir la mejor estrategia general de salud pública; cuando las poblaciones vulnerables tienen buena atención médica, la atención es mejor para todos. Las proyecciones del alcance y la gravedad de COVID-19 son cruciales para planificar el despliegue estratégico de recursos; las pruebas deben estar universalmente disponibles e implementadas. Exigimos que cualquier ciencia y tecnología desarrollada para responder a la pandemia esté disponible para todos, sin fines de lucro ni patente.
Las enfermeras y otros trabajadores de la salud están en la primera línea de la lucha contra la pandemia y enfrentan grandes riesgos al brindar atención. Apoyar a estos trabajadores es fundamental para la salud pública. Deben tener acceso al equipo de protección personal, los recursos de prueba adecuados y los programas de capacitación necesarios para mantenerse seguros mientras brindan atención. Además, debemos apoyar el derecho de estos trabajadores a formar sindicatos y participar en negociaciones colectivas para apoyar sus intereses. Los fondos públicos deben asignarse para aumentar considerablemente el número de profesionales de la salud y compensarlos adecuadamente. Exigimos que todas las instituciones de salud, públicas y privadas, escuchen y satisfagan las necesidades de las enfermeras y los trabajadores de la salud.
Los trabajadores que aseguran suministros adecuados de alimentos, transporte y otros suministros esenciales al continuar yendo a sus trabajos a través de la pandemia, son en su mayoría mal pagados y carecen de los recursos para elegir no presentarse. Los trabajadores agrícolas, muchos de los cuales son migrantes en situaciones precarias, continúan trabajando en los campos. Exigimos que estos trabajadores reciban un salario adecuado, beneficios y protección de inmediato, no solo durante la pandemia sino de manera permanente.
La producción de máscaras, ropa protectora, sistemas de ventilación, salas de aislamiento y otros equipos de protección deben convertirse en una prioridad económica, para que se proporcionen de forma gratuita siempre que sea necesario. Las universidades, las instituciones de investigación, las agencias gubernamentales, los militares y las empresas privadas que tienen equipos de protección personal en sus inventarios deben ofrecer estos recursos para apoyar la respuesta médica a la pandemia. Exigimos que los trabajadores de servicios de salud y servicios esenciales reciban el equipo de protección personal adecuado para su seguridad.
Esta pandemia nos muestra el impacto del desfinanciamiento neoliberal de las instituciones de salud pública y los ataques a la ciencia, la educación y los medios públicos. Detener y revertir esta tendencia es fundamental para nuestra supervivencia. Los fondos exorbitantes asignados para los aparatos militares y de seguridad del Estado deberían reasignarse de inmediato a los sistemas de salud pública y apoyo social. Los profesionales con conocimiento y experiencia en el control de infecciones deben tener la oportunidad de proporcionar una comunicación honesta al público. Exigimos verdad en los informes y datos precisos sobre la pandemia.
Se deben apoyar los esfuerzos locales para apoyar estas necesidades y controlar la pandemia. Sin embargo, existe una necesidad apremiante de una infraestructura y liderazgo más adecuados por parte del gobierno federal. Debemos apoyar, política y financieramente, a instituciones como los Centros para el Control de Enfermedades (CCE) y los Institutos Nacionales de Salud, al mismo tiempo que aumentamos considerablemente la financiación y el apoyo político para las organizaciones de salud comunitaria y los departamentos de salud estatales y locales. Debemos desarrollar e implementar estrategias para aumentar la cooperación y colaboración de los departamentos de salud locales con las instituciones nacionales como los CCE En conjunto, estas medidas ayudan a sentar las bases para implementar los programas necesarios para combatir la pandemia y garantizar la salud pública. Exigimos fondos y apoyo adecuados para las instituciones públicas de investigación.
La pandemia es un fenómeno global. No puede abordarse mediante políticas aislacionistas, xeonofóbicas y nacionalistas de “América primero”. El internacionalismo y el anticolonialismo deben guiar las colaboraciones en todo el mundo, para compartir investigaciones y recursos, y para aprender de las mejores prácticas donde sea que estén ocurriendo. Exigimos una respuesta global y pacífica a la pandemia.
Science for the People se solidariza con todas las personas en todo el mundo mientras trabajamos juntos para poner fin a la pandemia. Pedimos que los científicos eleven estas demandas y brinden ayuda donde puedan.
Traducido por Ciencia para el Pueblo – México de la original en inglés.