por Federico Fuentes y Atenea Jiménez
La siguiente entrevista realizada por Federico Fuentes de Atenea Jiménez, portavoz de la Red Nacional de Comuneros y Comuneras de Venezuela, ofrece una valiosa y crítica visión de la compleja situación del país. Los editores del Green Left Weekly, quienes originalmente publicaron la entrevista el 8 de mayo de 2020, nos han concedido generosamente el permiso para traducir y publicar la entrevista aquí. -BMN, 12/05/2020
Venezuela se enfrenta a COVID-19 en medio de sanciones extranjeras e incursiones de mercenarios. Complica aún más las cosas la explosiva combinación de una profunda recesión y un cierre nacional, que ha desencadenado incidentes de saqueos y disturbios.
Federico Fuentes de Green Left habló con la portavoz de la Red Nacional de Comuneros y Comuneras, Atenea Jiménez, para tener una idea de lo que está sucediendo en el país.
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Federico Fuentes: ¿Podría comenzar hablando de cómo el gobierno ha enfrentado la pandemia de COVID-19?
Atenea Jiménez: Todos reconocen que el gobierno actuó rápidamente para implementar medidas integrales.
Por ejemplo, Venezuela ha llevado a cabo un régimen de pruebas masivas, con más pruebas realizadas sobre una base per cápita que cualquier otro país de la región.
A través de la Plataforma Patria en línea, los ciudadanos han podido avisar a las autoridades si tienen algún síntoma de COVID-19. Inmediatamente, los médicos van a su casa y atienden a esas personas.
Se ha trabajado mucho en la atención sanitaria de la comunidad durante casi dos décadas a través del programa Barrio Adentro. Esta es la base sobre la que se está afrontando la pandemia: visitas puerta a puerta de los médicos, trabajando junto con la gente de la comunidad.
El gobierno también ha implementado una cuarentena nacional y ha restringido los viajes entre estados y municipios.
Estas medidas han sido esenciales, ya que el sistema de hospitales públicos de Venezuela se ha derrumbado, en gran parte debido a las sanciones y el bloqueo impuestos al país, lo que significa que los hospitales no tienen el equipo necesario para funcionar adecuadamente.
Desde hace varios años, los Estados Unidos han impuesto sanciones a Venezuela, que, en particular, se han dirigido a la industria petrolera. Estas sanciones, combinadas con el colapso del precio del petróleo, han afectado gravemente a Venezuela, debido a que la capacidad del país para importar alimentos, medicinas y equipo depende de las ventas de petróleo.
Sin embargo, también es importante señalar que algunos estados han aplicado medidas de cuarentena muy drásticas, esencialmente militarizando el estado. Eso es algo con lo que no estamos de acuerdo.
Por ejemplo, en Lara, el gobernador ha implementado un toque de queda a partir de las 14:00 horas cada día, lo que significa que nadie puede estar en la calle después de eso, ni siquiera para comprar artículos esenciales o para tratar de resolver las necesidades cotidianas. La policía está en las calles y la gente es arrestada si se les encuentra rompiendo el toque de queda.
Pero en muchas partes del país no es tan fácil resolver los problemas básicos, debido a la falta de agua corriente, electricidad y gas doméstico. Muchos hogares no tienen gas conectado, así que la gente necesita comprar botellas de gas. Pero no son fáciles de encontrar. Esto ha sido un problema durante mucho tiempo, pero la situación ha empeorado debido a COVID-19.
Esto significa que la gente, por ejemplo en Lara, necesita poder trasladarse. Por supuesto, necesitan llevar máscaras, practicar el distanciamiento social, cumplir con todas las medidas necesarias, pero también necesitan ser capaces de resolver sus problemas cotidianos, como obtener comida, gas para cocinar y agua.
FF: ¿Cómo ha abordado el gobierno estos asuntos cotidianos?
AJ: Aquí, el gobierno se ha equivocado completamente. La pandemia ha significado que la crisis económica ha empeorado, una crisis que ya sufríamos como resultado de dos problemas fundamentales: políticas económicas equivocadas y las sanciones y el bloqueo impuestos por los EE.UU.
Además, la mayor parte de la población venezolana sólo puede subsistir gracias a la economía informal y a las remesas. Nadie puede sobrevivir sólo con su salario.
El gobierno recientemente aumentó el salario mínimo, llevándolo a poco más de 4 dólares al mes. En comparación, se estima que las familias necesitan entre 350 y 500 dólares al mes para sobrevivir.
Esta situación no es nueva. Ha habido un largo proceso de aplastamiento de los salarios, lo que ha hecho extremadamente difícil que la gente subsista.
Pero la situación se ha vuelto aún más difícil, ya que la gente no puede salir a la calle cada vez que lo necesita para resolver los asuntos cotidianos de la economía informal o para retirar remesas.
FF: ¿Es esto lo que ha impulsado la reciente racha de saqueos en algunas partes del país? ¿O han sido promovidos por las fuerzas de la oposición?
AJ: Los recientes brotes de saqueo han sido en gran parte espontáneos. No han sido organizados por ningún grupo político en particular. La mayoría de estas protestas, que hasta la fecha se han producido en ciudades pequeñas y medianas, han sido expresiones populares impulsadas por la desesperación.
Eso no es decir que en algunos lugares, en algunas ciudades, no haya fuerzas de oposición que jueguen algún papel en las protestas. Pero, según la información que tenemos, su presencia ha sido mínima o inexistente.
En cambio, en la mayoría de los casos, estas protestas han representado expresiones espontáneas de ira por parte de personas desesperadas porque no tienen comida, no tienen ingresos y el gobierno no ha tomado las medidas sociales necesarias para ayudarlas.
Este ha sido uno de los fallos del gobierno: la cuarentena nacional no ha ido acompañada con las medidas necesarias para enfrentar su impacto económico.
Además, hemos visto que la Guardia Nacional solía reprimir algunas de estas protestas, por ejemplo en Upata, donde parece que mataron a balazos a un manifestante y arrestaron a varios más.
La situación es muy compleja y lo que preocupa es que no sólo la derecha no encabeza estas protestas sino que tampoco lo hace la izquierda, ya sea la izquierda crítica ajena al chavismo o la izquierda que apoya al gobierno, pero que entiende la necesidad de acompañar a la población en sus protestas y demandas.
Es una situación complicada, pero es vital que tengamos un análisis preciso de lo que está ocurriendo. Decir simplemente que estas protestas responden a una política intervencionista y de derecha ofusca lo que está ocurriendo entre un sector de la población, y que podría terminar en una situación que nos explote en la cara.
FF: Finalmente, ¿qué puede decirnos sobre las recientes incursiones militares de mercenarios extranjeros y venezolanos?
AJ: Las incursiones de mercenarios estadounidenses y colombianos no es algo nuevo en Venezuela.
Por ejemplo, dos mercenarios estadounidenses fueron detenidos durante el intento de golpe de Estado de 2002 contra el [en ese tiempo] Presidente Hugo Chávez por su papel en esos acontecimientos.
Los paramilitares colombianos también estuvieron involucrados en una incursión que llegó hasta la capital, Caracas, donde secuestraron a un líder clave de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y lo sacaron del país.
Lo que es importante señalar esta vez es que las operaciones realizadas para proteger nuestra soberanía fueron llevadas a cabo por el propio pueblo venezolano. Fueron los pescadores locales los que esencialmente arrestaron a los mercenarios. Este es un elemento importante a destacar.
Los venezolanos son claramente un pueblo antiimperialista, que no aceptará ninguna acción militar contra nuestra patria. La mayoría de los venezolanos se oponen a tales acciones.
Por supuesto, hay algunos en la oposición que apoyan una invasión, a quienes les gustaría que los EE.UU. entraran y pusieran fin a la situación actual. Pero la mayoría de la gente mantiene una posición antiimperialista. Esto se ha demostrado en múltiples ocasiones.
Lo que ha sucedido es que el imperialismo estadounidense, una vez más, ha subestimado al pueblo venezolano. Continuamente subestiman al gobierno venezolano, pero sobre todo al pueblo venezolano.
Creen que enviando 30-60 mercenarios para “salvar el país”, la gente se unirá a ellos. Esto es un signo de su completa falta de comprensión del pueblo venezolano, de nuestra historia, de nuestra conciencia.
Traducido por Brian M. Napoletano, 12 de mayo de 2020
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